Elementos de la sangre
La sangre tiene dos fases.
La fase sólida o fracción celular:
- Está integrada por diferentes grupos de células con sus funciones específicas. Podemos diferenciar a los hematíes o eritrocitos o glóbulos rojos, a los leucocitos o glóbulos blancos y a las plaquetas. Todas derivan de células poco especializadas en la médula ósea llamadas células madre, que al ir diferenciándose van tomando los diferentes caminos hasta llegar a las mencionadas anteriormente.
- Los glóbulos rojos o hematíes: son los que dan color a la sangre, por ser los que más abundan: tenemos más de 4 billones en cada litro de sangre. Cuando pasan por los pulmones se encargan de recoger el oxígeno del aire que respiramos y desde allí lo llevan a todos los lugares del cuerpo, desde la cabeza a los pies, pues aunque parezca mentira hasta el dedo gordo del pie necesita respirar (a su manera).
- Los glóbulos blancos: están para intentar impedir que nos pongamos malos cuando nos atacan los microbios y así defendernos de las infecciones; son como los ejércitos encargados de protegernos. A unos microbios los pueden destruir "comiéndoselos", mientras que intentan matar a otros, como los virus, produciendo unas substancias a las que se les ha dado por nombre "inmunoglubulinas"
Fase o fracción líquida:
- Representa un 55% aproximadamente de la sangre, es el llamado plasma. Es un líquido de color claro y transparente en condiciones normales que puede variar a algo espeso y amarillento en otras situaciones patológicas. El 90% del plasma es agua y al resto, casi un 10% está representado por sustancias orgánicas principalmente proteínas y en menos medida azúcares, aminoácidos, sodio, potasio y otros iones como cloruro y bicarbonato. (una de sus funciones es, por ejemplo, cuando nos hacemos una herida, las plaquetas se ponen muy juntas unas con otras, ayudando a que la sangre se coagule y así evitan que se escape toda la sangre por la herida)
Autor:
Franco Sanchez Luis Fernando
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